La Catedral es una de las inmersiones más populares de Puerto del Carmen, y con buena razón:

Con varios puntos de entrada diferentes en función de la corriente y la dinámica del grupo, hay muchas maneras de explorar este impactante lugar. Empezamos a poca profundidad, descendiendo hasta el arrecife. Seguimos el arrecife durante unos 10 minutos, al cabo de los cuales aparacerá  la hermosa caverna de la Catedral. No olvides comprobar tu aire antes de entrar.

Esta caverna puede ser visitada por cinco o seis personas a la vez, ya que su tamaño supera los 1000m³. Las estrellas del show son la morena local, el coral negro y varios meros curiosos. El techo y las paredes están engalanados con hermosas esponjas. Con suerte podremos ver una langostas y, hacia la parte posterior de la caverna, «escalartas» o camarones limpiadores con sus largas antenas blancas, además de los adorables Alfonsinos (Beryx splendens).

La apertura de la catedral se encuentra en un suelo de arena que desciende hacia el lecho marino. Merece la pena el nivel a los 30 metros para maximizar el tiempo de fondo. No hay peligro de perderse en esta, la caverna se estrecha después de unos 10m más o menos y se puede tratar como un gran saliente. Sin embargo, vale la pena llevar una linterna, ya que realmente resalta los hermosos colores de las esponjas incrustadas, etc. También hay que tener cuidado con las gambas y los cangrejos flecha en las numerosas grietas y con los grandes meros y barbas de tenedor que se esconden en las sombras.

No olvide detenerse, hacer una pausa y dedicar unos instantes a disfrutar de la luz azul que entra por la entrada. Las rocas oscuras tienen un aspecto impresionante en contraste con el azul del océano.