Esta inmersión comienza en el muelle y nos lleva a lo largo del pequeño arrecife de la derecha. Seguimos este arrecife durante unos 12 minutos y luego se gira hacia a la izquierda. Mira hacia la zona de arena en busca de anguilas jardineras que salen por sus diminutos agujeros. Son bastante tímidas, pero si te mueves muy, muy despacio, puedes acercarte a ellas para verles la carita.

Una vez que descienda a unos 20 metros, verá que hay una pendiente de arena que desciende hacia el azul, pero también una pared de arrecife que comienza (o termina) en el lado izquierdo. Sigue hacia abajo y encontrarás unas pequeñas cuevas. Suelen albergar meros y camarones. Mientras se sumerge a lo largo de la pared del arrecife, eche una mirada ocasional hacia la superficie para ver grandes bancos de sardinas, que a veces forman impresionantes bolas de cebo. Este increíble espectáculo es una señal segura de que las barracudas, las serviolas o los atunes están en la zona a la caza de su próxima comida.

Puedes pasar toda la inmersión explorando esta zona, mira en cada rincón y encontrarás montones de esponjas, grandes meros, hermosos nudibranquios y morenas, por nombrar sólo algunos.