Esta inmersión se inicia con una zancada gigante desde el muelle o las escaleras si no te apetece saltar. Nos sumergemos en círculo de boyas a unos 20 metros del muelle. Después de 10 minutos se llega a unos 15 metros de profundidad, donde giraremos a la izquierda para bajar hasta el borde del arrecife.

Si eres un OWD, seguirás el borde del arrecife hasta la máxima profundidad de 18 m y podrás ver el agujero azul desde arriba. Observar el arrecife es hermoso y da la impresión de estar volando sobre una pared escarpada.

Los buceadores avanzados pueden dirigirse por el borde del arrecife hasta una profundidad de unos 25 m – 30 m y seguir la pared del arrecife hasta llegar al agujero azul. No importa por que dirección se vaya al agujero azul – izquierda o derecha – ya que ambos lados tienen acceso fácil. Aquí es donde se pueden encontrar muchas anémonas que habitan en las grietas, cangrejos anémona, morenas y camarones limpiadores. Estate atento/a a los grandes meros, barracudas y peces trompeta que suelen patrullar la pared del arrecife. La pared del arrecife también alberga muchas especies de nudibranquios -los más comunes son los de manchas de leopardo y rayas de caramelo- y gusanos planaris.

No pierdas de vista tu límite de aire y de no-deco, ya que queremos dejar mucho tiempo para explorar el agujero azul. El inferior se une a la arena a unos 30 metros y la salida está a unos 20 metros. Tómate tu tiempo para disfrutar de esta estructura en forma de túnel. No olvides prestar especial atención a los distintos recovecos que hay a ambos lados. Por lo general, encontrarás grandes cangrejos araña e incluso una raya o un angelote que se esconde dentro del agujero azul.