Esta inmersión nos lleva por un cañón en el norte de la isla. Los buceadores tienen que prepararse junto al coche y cruzar las rocas hacia una pequeña entrada del agua en la lava que forma una pequeña bahía. En el lado derecho podemos encontrar una pequeña escalera de metal. En marea alta, es seguro saltar desde las rocas, pero en marea baja el fondo esta a sólo 1,5m. Esta complicada entrada la convierte en una inmersión para los buzos más aventureros.
Este lugar ofrece gran variedad de estructuras y fauna marina para los buceadores más avanzados. Explorar este lugar depende siempre de cómo esté la mar, ya que aquí son comunes las olas grandes y mar agitado.
Lo más destacado es sin duda una gran grieta/fisura de buen tamaño en la roca. Es una zona excelente para encontrar cangrejos, erizos y catalufas, y las zonas de arena son ideales para avistar angelotes y rayas de muchos tamaños.
Esta inmersión es ideal para los buceadores a los que no les importa una entrada complicada, ya que la profundidad máxima es de unos 20-25 metros. Sin embargo, la poca profundidad no afecta la posibilidad de ver la fauna local, ya que este lugar es excelente para avistar barracudas, morenas, langostas y pulpos, así como muchas otras especies endémicas.
A la derecha del punto de entrada nos encontramos un "cañon" a los 10 metros de profuundidad, pero lo sufientemente ancho sólo para un buzo a la vez, así que se avanza en fila india. Esta estructura se extiende unos 35 m, y se pueden ver gambas, cangrejos o alfonsitos en las grietitas o agujeros. La superficie del mar siempre estará por encima, dándonos una línea directa de subida durante la inmersión entera.
La gran grieta se abre a unos 15 metros, con un arrecife en la pared a tu derecha, y por la izquierda, una bajada hacia el arenal a los 20 metros. Al avanzar, verás unas rocas esparcidas en el arenal a unos 15 metros a tu izquierda. En estas se suelen congregar angelotes y rayas varias, ya sean pastinacas o eléctricas.
Si quieres bucear en este lugar, escríbenos y lo organizamos.