Esta inmersión comienza en la línea de boyas que marcan la zona de baño de la playa. Cuando el grupo descienda a la arena a unos 20m, se puede observar el borde del arrecife y se sigue hasta llegar a unos 25m de profundidad. Vigile su tiempo de no descompresión con cuidado en su ordenador, ya que en estos lugares es fácil caer hasta los 30 o 35 m, pero como queremos pasar más tiempo buceando, tratamos de permanecer en la marca de 25 metros durante la mayoría de la inmersión.

Encontrarás una formación rocosa parecida a un cañón que alberga muchos peces diferentes, como meros, peces trompeta y, por supuesto, todos los peces coloridos del Océano Atlántico, como fulas, salemas, sargos, lisas, etc.

No te olvides echar un vistazo a la pared del arrecife para ver esponjas, nudibranquios, cangrejos y más. Una mirada hacia la superficie puede resultar en el avistamiento de un gran banco de sardinas o bogas, o más adelante, en la arena, mantén los ojos abiertos por si aparece un angelote o una preciosa pastinaca.

Si las condiciones son favorables, esta inmersión es fácilmente combinada con otras como Waikiki y La Pared, ya que podrás ir a la deriva a lo largo de toda Playa Grande esperando a que el capitán del barco te recoja 😊.

En cuanto a las inmersiones frente a la Playa Grande de Puerto del Carmen, se supone que todos los buceadores deben llevar una boya. El guía, por supuesto, utiliza la suya para tener una pauta para la parada de seguridad. Y, por supuesto, es importante que la embarcación pueda detectar fácilmente a los buceadores tras su regreso seguro a la superficie gracias a la boya.